LA REFLEXIÓN Y LA AUTOEVALUACIÓN PARA LA PROFESIONALIZACIÓN DOCENTE
IMPORTANCIA DEL ANÁLISIS, REFLEXIÓN Y REGISTRO PERMANENTE DE LA PRÁCTICA DOCENTE
IMPORTANCIA DEL ANÁLISIS, REFLEXIÓN Y REGISTRO PERMANENTE DE LA PRÁCTICA DOCENTE

Reflexionar permanentemente sobre
nuestro quehacer docente es una capacidad que debe desarrollar todo maestro
comprometido con su labor, para mejorar y transformar las prácticas en
beneficio de los alumnos, como un acto de profesionalización y no como un acto
administrativo, pero llegar a este convencimiento de reflexionar sobre nuestro
quehacer no es tarea sencilla es una habilidad que debe desarrollarse hasta que
forme parte inherente de nuestras prácticas cotidianas, cuidando que sea un
acto consciente y sistematizado y no algo rutinario y sin sentido.
Los aportes de Schön (1983,1987,
citado por Perrenoud, 2004) se enfocan sobre la necesidad de una práctica
reflexiva, con la finalidad de fortalecer la práctica docente.
Y de qué otra manera se puede
fortalecer la práctica y llegar a la profesionalización, no se puede concebir
una transformación verdadera de la práctica docente sin reflexión, de lo
contrario es una transformación “falsa”, sin sentido, esto es, copiando modelos
de otros docentes. Por eso es muy común escuchar en el gremio “quejas”, sobre
las autoridades; “es que no le doy gusto”, “vienen a revisar lo que tenemos mal
y no lo bueno”, porque no se ha realizado una reflexión que nos lleve a
investigar y documentarnos más sobre lo que se enfrenta en la acción, sobre la
acción y antes de la acción.
En el año de 1992 Schön (citado por
Perrenoud, 2004) identifica niveles y dimensiones del proceso reflexivo,
manifiesta la existencia de una reflexión en la acción y una reflexión sobre la
acción, la primera se da en solitario, en la acción misma, la segunda se da en
un diálogo con otros sobre la acción realizada.
Implica describir o nombrar lo
ocurrido, es decir, reflexión sobre la práctica, sobre lo que ha pasado, sobre
el resultado de la acción, reflexionar permitirá encontrar el camino para saber
cómo continuar, cómo retomar y cómo afrontar un problema, o saber cómo
responder a las interrogantes que no se les dieron solución, este tipo de
reflexión permite conectar el pasado con el futuro lo que ocurrió en la
práctica y qué seguimiento y acciones realizar.
Realizar una verdadera reflexión en la
acción y sobre la acción implica más que un acto de pensar, nos debe llevar a
la sistematización, pero ¿Cómo sistematizar la reflexión?, ¿Cómo encontrar
nuevos caminos y respuestas para nuestro trabajo en el aula y en la escuela? ¿Será
posible resumir la reflexión en una palabra? ¿Esa palabra puede ser diálogo? Y
ese diálogo ¿Será en solitario o con los diferentes actores que intervienen en
el proceso educativo?, además ¿Para qué reflexionar sobre el trabajo docente?.
Los anteriores cuestionamientos es
necesario que nos los planteemos periódicamente para convencernos que la mejor opción para llegar a la
profesionalización es reflexionar en la acción y sobre la acción, realizarla de
manera activa, persistente y cuidadosa a partir de nuestras creencias, ya que
reflexionar no es en una secuencia de ideas, sino más bien una consecuencia de
éstas, encontrar posibles estrategias para atender y responder a los problemas
que se presenten en el quehacer cotidiano.
Llegar a ser un docente reflexivo
requiere de un proceso colaborativo con expertos e inexpertos, traspasando la
acumulación de conocimientos individuales, a través de la sistematización y la
comunicación con otros colegas, reflexionar en grupo permitirá enriquecer los
conocimientos mutuamente, este sería un reto para el profesorado mexicano, ya
que es algo que no se realiza en lo general, ni el lo particular, se requiere
de un trabajo colaborativo y con respeto a los procesos de cada docente que
intervenga en el grupo de reflexión, quitando etiquetas de “si sabe o no sabe”,
“si es buen docente o no”, sino más bien viendo la oportunidad de aprender en
colaboración.
Retomando el proceso que se requiere
para llegar a ser un docente reflexivo se puede mencionar como un primer paso
la reflexión-exploración, con la finalidad de desarrollar habilidades de
análisis e investigación sobre lo que hacemos en el contexto que se labora, ya
que los elementos principales en el quehacer docente son entre otros: la
práctica docente y el contexto en el que se desarrolla (Fierro, 1991).
“Hoy inicia un ciclo
más, estoy atendiendo el grupo de 3º “E”, tengo 30 alumnos, fue nuestro primer
encuentro, por lo que representa un reto conocerlos para trabajar con equidad y
respetando la diversidad y sobre todo aprenderme sus nombres, las actividades
planteadas permitieron conocer un poco más a cada uno de los alumnos, nos
fuimos conociendo y el miedo fue terminando poco a poco, a pesar de ser el
primer día se lograron concluir las actividades planeadas, la mayoría de los niños buscan estrategias
para resolver los retos dados”
(diario de trabajo, 20-08-2012).
Este registro permitió buscar
estrategias a corto plazo, para conocer a los alumnos y atender el más urgente
que era aprenderme sus nombres, busqué estrategias dónde el niño dijera su
nombre, por lo que ya en el segundo día de clases me sabía el nombre de cada
uno, además el escribir en el diario que “la
mayoría de los niños resolvían retos que estaban en las consignas”, me ayudó
para registrar en ese momento en su portafolio de evidencias a través del
anecdotario, el reto y qué estrategias utilizaron, es decir, he ido conociendo
a los alumnos en cuanto a lo que saben hacer y cómo lo hacen.
Tal como lo menciona Cecilia Fierro
(1991), el diario de trabajo es el principal instrumento que se puede utilizar
de forma permanente, es el relato informal de lo que sucede todos los días en
el quehacer docente, es el material más vivo, más fresco, sobre lo que ocurre
diariamente en la escuela, sigue la secuencia natural del ciclo escolar y
permite rescatar día a día, los contenidos y actividades así como los
resultados, además se puede hacer intercambio frecuente con otros maestros,
cumple con la función de retroalimentar el quehacer pedagógico, gracias al
análisis que implica el manejo del programa y la relación que se establece con
cada alumno, o la relación con los contenidos o materiales como el siguiente
relato:
“los
materiales utilizados fueron los adecuados ya que permitieron que los niños
reflexionaran en lo que estaban haciendo y modificaran y ampliarán algunos sus
rangos de conteo, aunque la mayoría del grupo no tienen cardinalidad en
conjuntos mayores a cuatro elementos, por lo que considero necesario que en el
mes de octubre se vuelva a desarrollar otra actividad permanente para seguir
reforzando el conteo en los niños del grupo, sólo dos niños tienen la
cardinalidad hasta el número 20 y observé que se les dificulta seguir la
secuencia al decir los números del uno al diez, la mayoría sólo tiene
cardinalidad hasta el número dos, es necesario seguir reforzando la
memorización de la serie numérica de forma convencional, ya que estoy
convencida que si no logran memorizar la serie de manera convencional no pueden
continuar en su proceso como lo menciona A. Baroody” (diario de trabajo, 26-09- 2012).
Escribir en el diario de trabajo
permite revisar en diferentes momentos del ciclo escolar, las impresiones o
reflexiones que día a día se van construyendo y no dejarlo sólo a la memoria,
ya lo dice Cecilia Fierro (1991), que el diario de trabajo es un documento
autobiográfico de varios años de trabajo que permite reconstruir la trayectoria
docente, ver los cambios en la forma de entender distintas situaciones que
acontecen en el aula y que en ocasiones permite entender factores relacionados
con las condiciones en las que se da el aprendizaje, además de ser el principal
material que podemos utilizar para el análisis y reflexión de nuestra práctica
docente.
Escribir lo que sucede, me ha
permitido darme cuenta que tomo muchas decisiones pero que no considero a los
alumnos, es decir, si los considero porque busco estrategias para ayudarlos a
avanzar en sus procesos, pero no se los comunico, no los hago partícipes, sólo
yo soy el rector de ello.
A partir de esta dificultad observada,
surgen en mi los siguientes cuestionamientos ¿Qué tan significativa es mi
práctica para los alumnos?, ¿Cómo hacer partícipes a los alumnos en su propio
aprendizaje?, ¿Cómo involucrarlos para no ser sólo yo el rector de sus procesos?,
¿Cómo evaluar competencias? Y ¿Qué
diferencia existe entre evaluación formativa y la evaluación por objetivos o la
evaluación tradicional? y ¿Cómo saber si estoy evaluando con el enfoque formativo?
Lo
analizado hasta este momento me hace
reflexionar en lo siguiente: realmente ¿Estoy evaluando con el enfoque
basado en competencias?, ¿Utilizo la evaluación formativa como un elemento para
una práctica reflexiva y por ende aprendizajes significativos?, no se puede
visualizar la metacognición, ¿Qué me falta?, ¿Qué debo hacer?, ¿Cómo enfrentar
estas dificultades?, ¿Qué es la evaluación formativa? ¿Cómo construir una
práctica reflexiva?
Buscando
en diversas fuentes me encontré un material útil es una lista de
verificación en la que se puntualizan las características, los atributos
y las acciones deseables que debe reunir cualquier docente que evalúa
los aprendizajes de los alumnos con base en el enfoque formativo.
Las
instrucciones para el llenado serían las siguientes: que marques con
una X en la columna que corresponda, lo debes realizar con mucha
honestidad los resultados sólo son para tí para mejorar tu práctica.
PARA EL NIVEL ÉTICO
PARA LA AUTOEVALUACIÓN DE LA COMUNICACIÓN DE RESULTADOS
Ahora es importante también reflexionar en qué tan importante es actuar como un docente ético al momento de evaluar para lo cual te dejo el siguiente instrumento para que valores tus acciones, cada acción tiene una escala numérica y descriptiva de frecuencia en la cual el 1 significa "nunca", 2 "pocas veces", 3 "regularmente" y 4 "siempre"
En seguida te muestro la guía de calificación de la lista de verificación para la autoevaluación del docente, en la que en el primer apartado, la respuesta en los tres componentes, para la respuesta con un "si" se le otorga el valor de 1 punto y a la respuesta marcada con "no" 0 puntos, para analizar la tabla de frecuencias los valores son los siguientes "nunca" tiene el valor de 1 punto "pocas veces" 2 puntos, "regularmente" tiene el valor de 3 puntos y "siempre" tiene valor de 4 puntos, los puntajes máximos por componente son los siguientes:
A continuación se presenta la tabla para convertir los puntajes a una calificación en una escala del 0 al 10 y poder asignar el nivel en los desempeños para ser un docente que evalúa con el enfoque formativo de la evaluación.
En este proceso es importante que el alumno también se haga reflexivo, pero ¿Cómo ayudar al alumno para que aprenda a aprender a través de la evaluación formativa y la práctica reflexiva?, en el enfoque centrado en el desarrollo de competencias ¿Cómo se evalúa una competencia?, ¿Cómo hacer que la evaluación formativa sea el elemento que contribuya a realizar una práctica reflexiva?.
Me di a la tarea de centrar mi investigación en torno a los tres cuestionamientos anteriores para comprender cómo la evaluación formativa será un elemento que contribuya a la realización de una práctica reflexiva que me lleve a la profesionalización y a que cada alumno participe de manera activa en su proceso.
Primeramente
es necesario analizar qué es la evaluación formativa desde diferentes
perspectivas y posturas. La evaluación formativa según Perrenoud (2004), se
sitúa en una perspectiva pragmática, no debe ser estandarizada, se incluye en
la relación cotidiana entre el profesor y sus alumnos, su objetivo es ayudar a
cada uno a aprender.
El
autor señala que no se debe separar la evaluación de la enseñanza, ya que cada
situación de aprendizaje es fuente de información y genera hipótesis valiosas
para determinar mejor los conocimientos y los funcionamientos de los alumnos.
Menciona
la importancia del acompañamiento cercano por parte del profesor, antes,
durante y después del proceso de aprendizaje,
involucrar a los alumnos e informarles lo que se espera de ellos y los
resultados obtenidos, ya que enseñar es reforzar la decisión de aprender, ésta
se logra al informar al alumno lo que se espera de él, al acompañarlo en su
proceso y retroalimentar el mismo.
Mientras
tanto Casanova (1998), dice que la evaluación formativa, es aplicable a la
evaluación por procesos, que se debe integrar al proceso de aprendizaje como un
elemento integrante del mismo, que su finalidad es la mejora del proceso
evaluado y permite tomar medidas de carácter inmediato, que se debe llevar a
cabo de manera permanente para que
cumpla con su función.
La evaluación formativa es una evaluación productiva
que nos incita a superarnos y alcanzar
los mejores desempeños, requiere de un compromiso y responsabilidad por parte
del docente.
Por su parte (Morales Vallejo, 2009), dice que la
evaluación formativa debe quedar perfectamente integrada en la enseñanza y
requiere que tanto el maestro como el alumno tengan una comprensión compartida
de los objetivos del aprendizaje y la retroalimentación debe ocurrir durante el
mismo proceso para que facilite el aprendizaje.
Clarifica que la finalidad en la evaluación
formativa, no es calificar sino ayudar a aprender, que está integrada en el
proceso de enseñanza-aprendizaje, es cuidar y fortalecer el proceso para
obtener buenos resultados.
Por otro lado es importante comprender la evaluación
sumativa para lo cual citare a Casanova (1998), ella explica que este tipo de
evaluación es aplicable a los productos terminados, se sitúa puntualmente al
final de un proceso, su finalidad es determinar el grado en que se han
alcanzado los objetivos y permite tomar decisiones a mediano y largo plazo.
Con la siguiente analogía agrícola Morales Vallejo (2009), explica perfectamente
la diferencia entre evaluación formativa y sumativa y ambas son utilizadas en
el enfoque centrado en el desarrollo de competencias:
“Una cosa es recoger la cosecha (evaluación
sumativa) y otra distinta es cuidar y fertilizar nuestro campo de manera eficaz
para que nos de una buena cosecha (Evaluación Formativa)” (Morales Vallejo, 2009, www).
Considero que los aportes realizados por los tres
autores anteriores, me permiten analizar la diferencia entre evaluación
formativa y sumativa estos dos tipos de evaluación son utilizadas en el enfoque
centrado al desarrollo de competencias, además una sirve para acompañar en el
proceso mismo (evaluación formativa) y la otra es para tomar decisiones
(evaluación sumativa).
Ahora analizaremos como se evalúa una competencia, ya que es importante
pues el enfoque de la educación básica esta orientado al desarrollo de
competencias y es necesario saber cómo se evalúan, ya sabemos que hace uso de
la evaluación formativa y sumativa y de la autoevaluación coevaluación y heteroevaluación,
en los momentos señalados por cada programa en el caso de preescolar, es la
diagnóstica, la intermedia o final y la permanente.
Pero, ¿Cómo
evaluar competencias?, para la evaluación de las mismas se requiere del diseño
de instrumentos de evaluación que valoren el desempeño de éstas, pero ¿Qué se
valora?, pues a continuación se explica:
“Una
competencia supone la adquisición de conocimientos, habilidades y actitudes,
por lo tanto la elaboración de un instrumento de evaluación basado en competencias
debe estar estructurada precisamente hacia la evaluación de estos tres
elementos” (González Alba, 2011, p. 23).
En la
evaluación de las competencias se valora el saber, el saber hacer y el saber
ser ante una situación o problema en un contexto determinado con la ayuda de la
evaluación formativa y la sumativa.
Explicaré
con la ayuda de diferentes autores, cómo a través de la evaluación formativa se
puede llegar a ser un docente reflexivo para alcanzar la profesionalización
docente.
La evaluación, el aprendizaje y la enseñanza son procesos inseparables además la evaluación es un proceso que se realiza de
forma implícita al mismo proceso didáctico, es un proceso de investigación
activa compuesta por las siguientes fases: Planificación – Actuación – Evaluación
– Reflexión -, cuyo elemento sería la observación y vendría precedido por una
planificación de dicha observación; Planificación – Observación – Reflexión –
Intervención, y se puede explicar de la siguiente manera: Planificación de la
enseñanza y de la evaluación – Actuación didáctica y evaluación simultáneas –
Reflexión sobre la enseñanza según resultados de la evaluación – Intervención –
Nueva Planificación (Rosales, 1990)
De esta manera la evaluación
formativa será un elemento que contribuya a una práctica docente reflexiva,
para todos los actores involucrados en el proceso enseñanza, aprendizaje.
Schön (1992, citado por Díaz Barriga Arceo y
Hernández Rojas, 2004) resalta la importancia de la enseñanza a través de la
reflexión en la acción y manifiesta que
el diálogo entre el docente y el alumno es condición básica para un aprendizaje
práctico reflexivo; y se requiere de un acompañamiento cercano y participativo
porque es importante intercambiar mensajes
no verbales en la ejecución misma de los aprendizajes.
Además señalan que la interacción docente-alumno se
manifiesta en la reflexión de la acción recíproca, pues el alumno reflexiona
acerca de lo que oye decir o ve hacer al docente, así como sobre su propia
ejecución, a su vez el docente se pregunta lo que el estudiante revela en
cuanto a conocimientos o dificultades en el aprendizaje, piensa en las estrategias didácticas más
apropiadas para ayudarle mejor, así el alumno al intentar construir y verificar
los significados de lo que ve y oye, ejecuta acciones reflexivas, derivada de
la intervención del docente.
La reflexión ayudará a los profesores a implementar
o impulsar cambios orientados a la mejora de los procesos de aprendizaje, a
partir del análisis, y la evaluación de sus acciones antes, durante y después
de la intervención didáctica, se requiere de un compromiso y responsabilidad
por parte del profesorado, de amor por su profesión, de ver a la evaluación como
áreas de oportunidad.
La orientación a la práctica reflexiva es
desarrollar la capacidad de “saber analizar”, para construir conocimientos
didácticos transversales ricos y especializado para reflexionar sobre la
realidad, reflexionar sobre la práctica, poder centrar la mirada en
determinados temas, modelos, ejercer la capacidad de observación de análisis de
metacognición y de metacomunicación, para promover de manera sistemática
aprendizajes, que nos proporcione actitud, habitus, saber hacer, en el método y
en las posturas reflexivas (Peerenoud, 2004).
La
evaluación formativa permitirá desarrollarme como un docente reflexivo ya que
constantemente analizare mi intervención antes, durante y después del proceso y
el logro de los desempeños de aprendizaje de los alumnos situados en su
contexto y en el saber, saber hacer y saber ser, con base en los aprendizajes
esperados para el desarrollo de competencias para la vida.
FUENTES DE CONSULTA
Casanova, M.A.
(1998). Evaluación educativa. Escuela básica.
Biblioteca para la Actualización del Maestro. Madrid, España: Ibérica
Grafic, S.A. de C.V.
Fierro, C. (1994).
Una invitación a reflexionar sobre nuestra práctica docente y su entorno. En
UPN, El maestro y su práctica docente.
Antología Básica (pp. 70-75). México: SEP/UPN.
González Alba, S.C.
(2011). Principios básicos para la evaluación basada en competencias. Revista semestral del Departamento de
Formación y Actualización Académica, 5, 22-26.
Perrenoud, P. (2004).
Desarrollar la práctica reflexiva en el
oficio de enseñar. España: Imprimeix.
Perrenoud, P. (2004).
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Biblioteca para la actualización del maestro. México: Quebecor world,
gráficas Monte Albán.
SEP. (2011). Acuerdo número 592 por el que se establece
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SEP. (2011). Plan de estudios 2011. Educación básica. México: Autor.
SEP. (2011). Programa de estudio 2011. Guía para la
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SEP. (2012). Curso Básico de Formación Continua para
Maestros en Servicio 2012. Transformación de la Práctica Docente. Curso Básico
2012. México: Autor.
Tobón, S. (2011). Evaluación de las Competencias en la
Educación Básica. México: Editorial Santillana, S.A. de C.V.
Morales Vallejo, P.
(2009). La Evaluación formativa. Ser
profesor una mirada al alumno. Obtenido el
12 de octubre de 2012, desde http://www.upccomillas.es/personal/peter/otrosdocumentos/evaluaciónformativa.pdf.
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